Fragmento por Beatriz Salcedo-Strumpf
“Mila:
Estoy escandalizado: ¡qué manera es esa de ofrecer mi semen! Desde luego que no estoy en renta. Abundan los Bancos, para todas las especies vivientes en los Estados Unidos. Y si la fecundación en vitro y los condones existen es porque a mí nunca me pidieron mi opinión sobre el asunto.
En último caso, y si cae en viernes, y si tengo la hormona muy alborotada, y si no estoy queriendo a nadie, y si confío en el estado de salud de la candidata, y si me aseguro que tenga bastantes fantasías sexuales para darme batalla, y si es morena de preferencia, y si es inteligente, y sabe hablar bien, le queda claro con la clase de galán con el que se va a tratar, con la clase de bestia refinada que soy yo, y si además tiene bonita sonrisa, es simpática, y me admira, entonces habría ahí una candidata a la que convide a mi septimo cielo y a que haga “un poco de alpinismo sobre su monte de Venus”.
La próxima vez que me ofrezcas a alguien, primero léele este segundo párrafo, y asegúrate que cumpla TODAS las condiciones estrictas, entonces puede ser que este garañon salga de su redil, dispuesto a no hacerte quedar mal. Y desde luego, mi religiosidad sexual es completamente ortodoxa: ¡NADA DE ARTIFICIOS, NADA DE INSEMINACIONES ARTIFICIALES. QUERIDA AMIGA, QUE EL SEXO ES EL ENEMIGO DE LA CIVILIZACIÓN- AUNQUE NO DE LA REFINACIÓN DE LA CULTURA- Y SU MATERIA ES NATURAL, PRIMIGENIA, HUMANA, VIVA!
Ya tienes suficiente material para hacer un “brochure”, en caso de que decidas seguirme ofreciendo,
Antonio.”