Correo Electrónico para Amantes

Fragmento  por  Beatriz Salcedo-Strumpf

Envío una vez más otro mensaje cibérnetico ante la vista y paciencia de mis micufuces. Fritz quiere comer más como es su costumbre. Nada le niego. Pronto morirá. ¡Cuánto lo amo! A veces pienso que Fritz fue un humano en otra vida. Me asombra su inteligencia. Se emberricha cuando no le ofrezco sus latas preferidas, y me lo deja saber al no devorar su porción. También me exige cuando desea amor, y me lo pide ronroneando eróticamente. Envidio su hedonismo. Muchas veces se mira como si él mismo supiera  que pronto fallecerá y me preguntara ¿por qué, por qué tengo cáncer? “Yo tampoco lo sé Fritz y la vida a veces es cruel e injusta”, le musito al oído. “Pero de una cosa tienes que estar seguro Fritz: siempre te llevaré conmigo; y a lo mejor en otra vida nos volveremos a encontrar, y tal vez los papeles se invertirán. Es decir yo seré una gatita y tú mi amo. ¿Qué te parece?” Su miranda profunda y un miau musical me anuncia que sí.

Mi marido y las niñas ya se han dormido. Mañana es miércoles, y es el día de la conferencia semanal de él. Me asomo a la ventana y está soplando un fuerte ventarrón. Empiezan a caer los copos de nieve. Tomo un poco de vino antes de acostarme y me pongo a leer otro cuento de Antonio: “Nueva York”. Se me viene a la mente una aventura en esta maravillosa metrópoli. Se la contaré mañana.

Estoy agotada y la lectura me sumerge en un plácido y profundo sueño. La mañana siguiente asomó su gris monótono. Mando a las niñas a la escuela, corro en el treadmill y antes de marcharme al trabajo, espulgo la red. Ah, mensaje de Antonio. Me apresuro a leerlo vorazmente.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.